Tú manera de beber importa
- Se recomienda seguir un modelo de consumo moderado y responsable: disfrutar del vino con las comidas, alternarlo con agua y evitar siempre beber en exceso.
- Se ha asociado el consumo regular de vino en cantidades moderadas acompañando la comida con varios beneficios para la salud, especialmente si forma parte de una dieta mediterránea.
- Cuando bebes un vaso de vino, no solo importa la cantidad, sino también cómo lo haces, el llamado «patrón de consumo».
¿Sabías que...?
Para los que eligen beber, es mejor beber de forma moderada y regular con las comidas que beber una gran cantidad de una sola vez.
La dieta de los países mediterráneos
en los que el vino se consume principalmente en casa y con las comidas, está reconocida como una de las mejores dietas del mundo. Además, el volumen consumido en cada ocasión tiende a ser mucho menor (este patrón de consumo está considerado como uno de los mejores del mundo). A su vez, persisten otros hábitos de consumo, en los que se ingiere un gran volumen de bebidas alcohólicas en una sola ocasión (o, por ejemplo, una vez a la semana durante el fin de semana). Este patrón, conocido como «atracón de alcohol» y que en España se traduce en fenómenos como el “botellón”, no está recomendado.
Menor riesgo
especialmente debido a una menor tasa de:
- Enfermedad coronaria/ataque al corazón
- Infarto
- Diabetis Mellitus
Un riesgo más alto
especialmente debido a una mayor tasa de:
- Cirrosis hepática
- Accidente cerebrovascular hemorrágico
- Cáncer, etc.
Los beneficios del consumo moderado de vino
- Se sabe que el vino, cuando se consume con moderación y en el contexto de una dieta mediterránea y un estilo de vida saludable, aporta beneficios para la salud.
- De hecho, quien bebe vino de forma moderada tiene un menor riesgo de morir de algunas enfermedades (infartos coronarios, ictus, diabetes tipo 2, etc.) que aquellos que no beben vino ni bebidas alcohólicas o aquellos que lo hacen en cantidades elevadas.
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No se aplica a personas y/o situaciones específicas. Si tienes alguna duda, pregunta a tu médico.
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Por otro lado, los riesgos aumentan con cada copa o unidad ingerida por encima de las directrices recomendadas de moderación.
Esta relación se conoce como «curva en J».
Riesgos del consumo excesivo de bebidas alcohólicas
El consumo de alcohol irresponsable o excesivo está asociado con un abanico de enfermedades crónicas a largo plazo que reducen la calidad de vida de una persona. Entre ellas: hipertensión, problemas cardiovasculares, cirrosis hepática, dependencia del alcohol, varios tipos de cáncer, daños cerebrales relacionados con el alcohol, y otros problemas.
Además de estos riesgos potenciales para la salud, también puede haber consecuencias en el ámbito social, tanto para quien bebe como para su entorno, incluyendo a familiares, amigos y compañeros de trabajo, así como otras personas y desconocidos.